Oh, amantísima esposa
del Divino Isidro Labrador,
hoy vengo a suplicarte que así
como tu amante compañero,
después de arar la fecunda tierra,
derramabas tu la semilla del buen fruto,
tu entres en el corazón de _________
y nutras la semilla de mi amor y de su amor.
destruyendo desde la cabeza del surco
la mala simiente, así también
destruyas los malos pensamientos
que tenga _________ hacia mi.
Oh! Amantísima señora,
influye en el Poder Eterno,
el Divino Hijo y El Glorioso Espíritu Santo
que siendo tu mi abogada,
el Cordero Divino se apiadará
de mi concediéndome,
mi eterna buenaventura
para tu santa gloria.
Amen.
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