Hoy es el día de dar
a Dios infinitas gracias.
A la Emperatriz del cielo
y a nuestra Bárbara santa.
Era tu padre gentil,
a ser bárbara te inclina,
tú a ser, Bárbara, doctrina
y con terrores te espanta.
A la Emperatriz del cielo...
Hoy es el día de ir
de rodillas por el suelo
a adorar el Sacramento
que está en sus divinas aras.
A la Emperatriz del cielo...
Una mártir milagrosa
bajó del cielo volando
y tendió su velo santo
para que nadie peligrara.
A la Emperatriz del cielo...
De los estragos de un trueno
libre se quedó la gente,
se vio el milagro patente
y en el retablo la mancha.
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A la Emperatriz del cielo...
Treinta fueron los heridos,
un solo muerto se halla,
recibió los sacramentos,
Dios que le ampare su alma
A la Emperatriz del cielo...
Delante la Iglesia estaba,
la alborotó el griterío,
unos piden a Jesús,
otros a su Madre amada.
A la Emperatriz del cielo...
Dichosa Casa de Dios,
dichosa Iglesia sagrada,
y dichosa la Heroína,
la que presente se halla.
A la Emperatriz del cielo...
Un candelero de bronce,
que tenía el cirio encendido,
lo hizo a pedazos el tiro
y sin quebrantar el ara.
A la Emperatriz del cielo...
El “pestre” y sus ayudantes
le pidieron al Señor
que les diera absolución
y con piedad los mirara.
A la Emperatriz del cielo
y a nuestra Bárbara santa,
en su día con mucho fervor
le agradecemos sus favores
y le rogamos que sea
nuestra protectora y guía.
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