Al llegar Jesús a Jerusalén
los hijos de Israel lo recibieron.
Llevando ramos de olivo,
salieron a su encuentro gritando.
Al entrar el Señor a la ciudad
los hijos de Israel lo recibieron.
Anticipándose a su resurrección
clamaban al Señor de la vida.
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Seis días antes de la Pascua,
cuando el Señor entró en Jerusalén,
salieron los niños a su encuentro
con hojas de palmera y gritando:
¡Abrid las puertas eternas!
¡Levantad los dinteles ante el Señor!
Pues va a entrar el Rey de la gloria.
Al Señor de los ejércitos gritad:
«¡Hosanna!
¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
¡Bendito sea el Reino que ya viene,
el Reino de nuestro padre David!
¡Hosanna en las alturas!».
¡Bendito sea el Reino que ya viene,
el Reino de nuestro padre David!
¡Hosanna en las alturas!».
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